Wednesday, June 27, 2012

¿Está listo para comer sólidos?


Muchos padres se apresuran innecesariamente en darle comidas sólidas a sus bebés. Sin embargo, los médicos de Estados Unidos coinciden en que durante el primer año, el principal alimento del bebé debe de ser la leche materna o la fórmula láctea. Es más: investigaciones recientes señalan que darle sólidos al bebé demasiado temprano puede gatillar alergias más adelante en los niños. Por lo tanto, no le des comida a tu bebé antes de los 4 meses.

Alrededor de los 5 ó 6 meses de vida, los bebés pueden empezar a incorporar más alimentos a su dieta, como cereal de arroz para bebés, puré de manzana o diversas papillas. Claro que hay que cuidar es que la comida esté bien molida. Además, hay que estar atento para detectar si algún alimento le produce alergia. 

Asimismo, hay muchos alimentos que no se recomiendan antes de que el bebé cumpla un año, como la clara de huevo, fresas, frambuesas, pepino, lechuga, cacahuate o maní, leche de vaca (pero yogurt se puede si lo aprueba el pediatra), miel, pescado, chocolate, sodas y tomate.

No te preocupes, eso sí, si tu bebé demora en aprender a comer. Esto es completamente normal. Al principio incluso pondrá cara de asco y probablemente escupirá la comida, pero de a poco se acostumbrará. Una vez que sea feliz comiendo, puedes ir cambiando la textura de los alimentos para que aprenda a masticar (si no tiene dientes, no es problema, porque puede "masticar" con las encías).

Las señales de que tu hijo o hija ya puede comer alimentos sólidos son:

  • Ya puede sostener su cabeza
  • Se puede sentar con ayuda
  • Dobló su peso de nacimiento
  • Ya puede llevarse objetos a la boca, como un mordedor
  • Observa con interés a otras personas cuando éstas comen e intenta llevarse comida a su boca
  • Al ofrecerle comida en una cuchara, la acepta y no se atraganta
  • La comida la logra mantener un poco en la boca, sin escupirla ni eliminarla con la lengua

Si tienes dudas, por favor consulta al pediatra, ya que cada bebé es distinto. Si hay antecedentes alérgicos en tu familia, puede ser que incluso te recomiende esperar un poco más. Sin embargo, no es conveniente postergar mucho el proceso de presentarle comidas sólidas al bebé más allá de los 7 u 8 meses, ya que puede ser que rechace los alimentos.

¿Cómo evitar la guerra a la hora de la comida e inculcar a los niños una relación positiva con sus alimentos ?


Comer bien es uno de los mayores placeres en la vida. Sin embargo, mucha gente no logra alimentarse ni alimentar a sus hijos de manera exitosa. Muchas familias sufren disgustos y peleas a la hora de la comida tratando de hacer comer a sus hijos, mientras los niños se rehúsan, gritan, lloran y en ocasiones hasta escupen y vomitan con tal de no comer lo que no quieren.

Una manera de resolver este problema y lograr una alimentación saludable, así como comidas familiares armónicas y agradables, es mediante la estrategia de “División de responsabilidades”, donde tanto los padres como los hijos tienen funciones definidas:

Responsabilidades de los Padres:  
Son responsables de decidir QUÉ alimentos se van a ofrecer en la mesa.
Deben de presentar alimentos ricos y saludables en un lugar y hora definida (ejemplo: cena 7:00 pm en el comedor. Menú: pollo, arroz, frijoles, ensalada)
Presentar una variedad de alimentos de donde los hijos tengan la opción de elegir. Procurar siempre servir al menos un alimento que al niño le guste. Aunque el niño no coma todo lo que se le ofrece, al estar expuesto a una variedad de alimentos será mas fácil que en un futuro tenga una dieta mas amplia y saludable.

Por ejemplo: Si a Juan le gustan las albóndigas , y no ha probado la sopa de lentejas, entonces se puede presentar un menú que incluya:
  • Albóndigas
  • Puré de papa
  • Vegetales al horno y
  • Sopa de lentejas.

De esta manera, Juan sabe que tiene algo que comer que le gusta, no estará de mal humor y quizás se anime a probar otro alimento junto con el que ya conoce y le agrada.

Responsabilidades de los Hijos:
Son responsables de sentarse en la mesa a la hora definida. Coman o no, de igual manera se deben de sentar ya que es un momento de convivencia familiar. Aun niños de un año de edad pueden sentarse por lo menos 10 minutos con el resto de la familia. De esta manera irán adquiriendo el hábito y será mas sencillo conforme pase el tiempo.
Son responsables de CUÁNTO van a comer, y si van a comer o no.
En resumen: Los padres deciden QUÉ y los hijos deciden CUÁNTO.
Nuestra función como padres es educar y ayudar a que nuestros hijos se alimenten de tal manera que desarrollen un cuerpo adecuado, y que se sientan bien y contentos dentro de este cuerpo. No es nuestro papel ser la policía de los alimentos. Restringir a nuestros hijos, o forzarlos a comer, puede tener consecuencias indeseables como trastornos de la alimentación o aberración a cierto alimento.

5 Herramientas para la hora de comer
Mantener un ambiente tranquilo a la hora de la comida así como evitar peleas y discusiones en ese momento es tan importante como ofrecer alimentos saludables. Las discusiones pueden esperar a otro momento. Los padres deben de recordar las siguientes cinco herramientas cuando están sentados en la mesa con sus hijos:


  1. Paciencia.- No perder el control. Mantener tolerancia en la mesa. Dejarlos que se ensucien y aprendan a comer.
  2. Perseverancia.- Si una vez no quieren probar un alimento, no quiere decir que nunca lo van a probar. Hay que esperar un tiempo y volver a presentarlo.
  3. Respeto.- Respetar la división de responsabilidades y dejar que los hijos decidan CUÁNTO y si va a comer o no.
  4. Límites.- Establecer los horarios de comidas y refrigerios o meriendas, así como los hábitos de estar sentados en la silla y utilizar tenedor y cuchara. Si el niño decide no comer el almuerzo, tendrá que esperar hasta el momento del refrigerio. Al definir límites, los niños saben lo que se espera de ellos, se sienten más seguros y les es más fácil controlarse.
  5. Estímulo.- Fomentar de manera positiva a que prueben alimentos nuevos. Si los padres van más allá de este estimulo y obligan o premian o castigan, entonces se vuelven esclavos de estos métodos y en cada comida tendrán que utilizar premios y castigos volviendo la alimentación un combate, en vez de un proceso natural. 

Por último, hay que prestar mucha atención a nuestras actitudes y acciones como padres ya que somos el ejemplo de nuestros hijos. Si deseamos que nuestros hijos coman saludable y ordenadamente, nosotros debemos de comer de la misma manera.

Trucos para alimentar a un bebé "malo para comer"


Para muchos padres, la hora de alimentar a sus bebés puede ser una verdadera pesadilla. Especialmente cuando tu hijo decide que no acepta bocado alguno o escupe todos las papillas que le das. Si el viejo truco del avioncito ya no te resulta, lee los trucos que hemos recopilado en este artículo. Lo primero es no desesperarse. Es más fácil decirlo que practicarlo, pero si tu hijo percibe que estás nerviosa(o), se va alterar también y la tarea de alimentarlo se hará más difícil todavía.

A distraer al bebé se ha dicho
Segundo, hay que encontrar la manera de divertir al bebé mientras se le da de comer. Aparte del ya nombrado "método del avión", hay varias maneras de distraer a tu niño. Una muy efectiva es usar un títere para darle de comer. Lo mejor es usar un títere en forma de guante, como los que se usan a la hora de bañar al bebé, ya que se puede lavar fácilmente. Si no tienes un títere, puedes hacer uno con un calcetín viejo (las medias deportivas largas son muy buenas). Usa botones de colores para los ojos y lana o cinta para decorar la "cabeza" del títere.

Hay veces en que la distracción hay que realizarla de otra manera. Por ejemplo, puedes cambiar el envase o recipiente de la comida. Tu bebé puede sorprenderte al ahora decidirse a aceptar la comida que minutos antes rechazaba. Cuando empieces a darle colados o papillas con cuchara, lo más probable es que le va a llamar mucho la atención el nuevo objeto que le estás metiendo en la boca. Eso a veces puede ser bueno, pero otras, se convierte en una mini batalla por sujetar la cucharita. Soluciona el problema comprando otra cuchara idéntica para que el bebé juegue con ella mientras lo alimentas.

Qué hacer cuando hay sabores que el niño rechaza
Pasemos ahora a los problemas relacionados con comidas que tu bebé detesta, pero que necesita comer. Por ejemplo, un puré de arvejas. Si tu hijo pone puchero, o cierra la boca firmemente, antes de resignarte, prueba este truco: mete la cuchara en el alimento que no le gusta y luego "baña" la cuchara con una comida que sí le guste (como el puré de melocotones, por ejemplo). Seguramente tú jamás te comerías semejante combinación, pero muchos bebés aceptan de esa forma comidas que antes no tragaban por nada del mundo.

Otro truco es darle en la mañana, antes que cualquier otro alimento, una cucharada de la comida que tu bebé detesta. Hay estudios que indican que al cabo de 10 días, el niño se acostumbra a comer los alimentos que no le gustaron en un principio.

Eso nos lleva a nuestro último consejo: sé perseverante. Cuando quieras introducir nuevos sabores en la dieta de tu hijo, ten paciencia si los rechaza. Espera un par de días y vuelve a intentarlo. Hay veces que es necesario intentar hasta 15 veces antes de que un niño acepte un nuevo alimento. No lo regañes. Es normal. Y hay veces en que los bebés rechazan una cierta comida porque les produce malestar o alergia. Ten paciencia y busca distintas alternativas para asegurarte que tenga una alimentación variada y equilibrada.

Recetas para bebés: Sopa de verduras


Recomendada para: Bebés mayores de 8 meses 

Ingredientes 

  • 1 Calabaza amarilla (chayote o zapallo) 
  • 1/4 Tallo de apio. 
  • 250 gr de Habichuelas 
  • 1 Zanahoria 
  • 100 gr de pechuga de pollo deshuesada, sin piel y sin grasa 


Preparación 
Lava muy bien los vegetales y cocínalos en agua hirviendo hasta que la calabaza haya ablandado, después escurre los vegetales y ponlos en el procesador de alimentos o la licuadora hasta que alcance la consistencia que tu bebé pueda comer (entre más chiquito es, más licuada debe ser la textura). Le puedes agregar un poco del caldo en que los cocinaste si queda muy espeso. Agrégale sal al gusto. 

Esta es una receta muy sana, baja en calorías, pero alta en proteínas, fibra y vitaminas.

Recetas para bebés: Yogurt de melocotón

Recomendada para: Bebés mayores de 1 año.

Ingredientes: 
  • 1 taza de melocotones pelados cortados en trozos.
  • ¼ taza de jugo de manzana (ojalá sin endulzantes).
  • 2 tazas de yogurt natural (sin azúcar).


Preparación:
Colocar todo en la juguera o licuadora y combinar hasta que quede cremoso. Refrigerar o servir de inmediato. Se puede hacer una variación y hacer un helado de yogurt; vaciar la mezcla en un recipiente, congelar por 3 horas, luego sacar del congelador y batir. Rinde 4 porciones para niños. 

Nota: No prepares esta receta si tu hijo es alérgico a la leche de vaca. Si existe yogurt de leche de soya, puedes usarlo para que no se enferme tu bebé.

Recetas para bebés: Huevos al nido


Recomendada para: Bebés mayores de 1 año 

Ingredientes

  • 1 huevo 
  • 2 zanahorias 
  • 2 papas 

Opcional: 

  • perejil deshidratado 


Preparación: 

  1. Se lavan y desinfectan las verduras, se pelan y se ponen a cocer. 
  2. Después de cocerlas, se muelen las zanahorias y las papas por separado. En un plato hondo se pone el puré de zanahoria y se vierte en el centro de éste, el puré de papas. Una vez que se ha vertido esto, se le pone la yema de huevo ya sea después de cocer al microondas 8 segundos en "high" (calor alto o fuerte) o cociendo el huevo en agua hirviendo, para evitar infecciones. 
  3. Se puede adornar con un poco de perejil deshidratado.

Recetas para bebés: Pollo con brócoli


Recomendada para: Bebés mayores de 10 meses 


Ingredientes
  • 1pechuga de pollo deshuesada, grande .
  • 1 bolsa con puntas de brécol (brócoli) congeladas. Se puede sustituir por zapallo italiano cortado en trozos. 
  • 1 tarro de consomé (caldo claro) de pollo que no tenga sal 
  • 1 tarro de crema de pollo, sin sal 
  • Cereal de arroz para infantes (como Nestum) a gusto. Para bebés mayores de 1 año, se puede reemplazar el cereal por las hojas de puré de papas (patatas) de caja (preparado). 


Preparación
Cocinar el pollo con el brécol (o zapallo italiano cortado en trozos con cáscara) y el caldo de pollo sin sal durante una hora a fuego lento. Agregar la sopa cremosa de pollo en tarro y mezclar en la licuadora. Agregar el cereal de arroz hasta que tenga la consistencia deseada. 

Receta para bebés: Papa doblemente horneada


Recomendada para: Bebés mayores de 10 meses 


Ingredientes
  • 1 papa (patata) para asar, lavada 
  • 1 huevo (no usar la clara si el bebé tiene menos de 1 año para evitar alegrias) 
  • 2 cucharadas de queso suave rallado 
  • 1 cucharadita de queso parmesano rallado 
  • 2 cucharadas de fórmula o leche (si el bebé es mayor de 1 año, usar leche entera) 
  • 1/2 cucharadita de mantequilla 



Preparación
Hornear la papa (patata) a 400° Farenheit ó 205° Celsius durante 1 hora o hasta que esté suave. Revisar su firmeza cada cierto tiempo. Dejar enfriar por cerca de 15 minutos. 
Cucharear la papa (patata) y guardar la cáscara si se desea servirla como un acompañamiento aparte para los adultos(por ejemplo, con queso, cebollín o cebollita china y tocino). Moler la papa con un tenedor. Añadir el huevo (sólo la yema si el bebé no ha cumplido 1 año) la leche (o fórmula) y el queso. Batir hasta eliminar los grumos. Hornear nuevamente a 400° Farenheit ó 205° Celsius en un molde especial (colocado sobre una lata para galletas) o en un molde para panecillos (tipo "muffin") por 15 minutos más. Dejar enfriar y chequear la temperatura antes de servir. 

Si se le va a servir a los adultos también, sazonar con un poco de sal después de haber separado la porción para tu bebé. En ese caso, se recomienda no usar la fórmula láctea, sino leche entera. 

Recetas para bebés: Delicia de mango


Recomendada para: Bebés mayores de 6 meses 


Ingredientes
  • 2 cucharadas de jugo de naranja (ojalá natural, sin preservantes) 
  • 1 mango pequeño, maduro 
  • 1 plátano (banano) pequeño, maduro 
  • 1 damasco (albaricoque) deshidratado 



Preparación

Remoja el damasco (albaricoque) en el jugo de naranja y déjalo remojando en el refrigerador toda la noche. 
Al día siguiente, corta el mango. Quítale la pepa y luego córtalo en pedazos pequeños. Pela el plátano (banano) y córtalo en trozos. Asegúrate de quitarle las "hilachas" al plátano. Haz un puré en la licuadora con el damasco, mango y plátano. Si es necesario, agrégale un poco de fórmula láctea si quedó muy espeso. 

Recetas para bebés: Plátano alegre

Recomendada para: Bebés mayores de 8 meses

Ingredientes
  • 1 plátano o banano no muy maduro 
  • 1 naranja (se puede reemplazar por un tercio de taza de jugo de naranja) 

Opcional
  • Media cucharadita de azúcar si la naranja está muy ácida 


Preparación
Exprimir el jugo de la naranja. En un plato hondo colocar el plátano (banano) cortado en cubitos muy pequeños si tu bebé ya sabe masticar o molido con tenedor. Agregar el jugo de naranja (si tiene un sabor demasiado ácido, puedes agregar un poco de azúcar, pero es más sano no endulzar). Revolver y servir. NOTA: Esta receta no es recomendable para niños alérgicos al plátano (banano) o a los cítricos.

Receta para bebés: Papilla de camote (batata o papa dulce)


Recomendada para: Bebés mayores de 7 meses


Ingredientes:

  • 1 camote o batata (papa dulce)

Opcional:

  • 2 cucharadas de fórmula láctea o leche materna o agua hervida
  • 1/4 cucharadita de mantequilla
  • Cereal de bebé a gusto (de arroz o avena)


Preparación:
Limpiar con escobilla la cáscara del camote o batata y perforar con un tenedor varias veces. Meter al horno durante 50 minutos (o hasta que esté blando) a 400 grados Farenheit o 205 grados Celsius. Dejar enfriar y sacar la pulpa. Botar la cáscara. Si está con hilachas la batata, pasar por colador para que el bebé no se vaya a atorar. Colocar la pulpa del camote en una licuadora y agregar la leche si el puré está muy grueso. Si se desea, también se puede agregar la mantequilla y el cereal. Revolver la mezcla hasta que la papilla tenga una contextura suave y luego servir. También se puede refrigerar o congelar en recipientes sellados.

Recetas para bebés: Melocotón maravilloso


Recomendada para: Bebés mayores de 6 meses


Ingredientes:

  • 3 melocotones (duraznos) en tarro (6 mitades) ó 3 melocotones frescos, maduros
  • 1 yema de huevo (si el bebé es menor de 10 meses, sustituir por un par de cucharadas de cereal para bebés para evitar alergias)
  • 1 cucharadita de azúcar granulada o morena


Preparación:
Pelar y cortar en cubos los duraznos (melocotones). Hacer puré con un mortero o una licuadora. Agregar la yema de huevo o el cereal y batir junto con el azúcar hasta que sea suave. Si necesita más consistencia, agregar otra cucharadita de cereal. Meter al horno a 177° Celsius ó 350° Farenheit durante 15 minutos o hasta que esté firme. Enfriar antes de servir. Se puede congelar en recipientes limpios, ojalá esterilizados.

Receta para bebés: Papilla nutritiva de pollo


Recomendada para: Bebés mayores de 7 meses

Ingredientes:

  • 1 taza de agua
  • 1 pechuga deshuesada de pollo, sin piel, cortada en cubitos
  • 1/4 de taza de arroz
  • 3 zanahorias enteras, cortadas
  • 1/4 de libra (113 gramos) de habichuelas, vainas, ejotes o porotos verdes (vainitas o judías), cortados (pueden ser congelados)


Preparación:
En una sartén combinar todos los ingredientes y calendar hasta que hiervan. Reduce el fuego y mantener caliente, tapado parcialmente, durante veinte a treinta minutos, hasta que se cueza el pollo y los vegetales estén blandos. Quitar del fuego y dejar que se enfríe un poco. Colocar todo en la licuadora o procesadora de alimentos y combinar hasta que se logre la consistencia deseada (entre más chico el niño, más suave debe ser). Esta papilla se puede congelar por dos meses, ya sea usando recipientes bien lavados o un molde para cubitos de hielo (una vez congelada la papilla, se sacan los cubitos y se guardan en bolsas individuales en el freezer o nevera, ya que generalmente un cubo equivale a una porción).

Papilla de albaricoque y manzana


Recomendada para: Bebés mayores de 4 meses

Ingredientes:

  • 150 gramos de damascos o albaricoques deshidratados
  • 2 manzanas, peladas y sin semillas
  • Agua (ojalá filtrada o hervida)


Preparación:

Coloca los albaricoques en una sartén pequeña a fuego lento por 15 minutos. Agrega agua (ojalá hervida, filtrada o purificada) según sea necesario para mantener húmeda la mezcla. Agrega las manzanas cortadas en trozos pequeños y dejar la mezcla a fuego lento por 5 minutos más. Retirar del calor, cubrir la sartén con una tapa y dejar enfriar por 10 minutos. Machacar o licuar en un procesador de alimentos o licuadora hasta que la papilla tenga una textura suave. Agregar más agua según sea necesario.

Receta para bebés: Puré de fruta fresca


Recomendada para: Bebés mayores de 6 meses

Ingredientes:

  • 1 pera madura o manzana roja (o una combinación de ambas frutas)
  • 1 cucharada de agua (hervida), leche materna o fórmula láctea


Preparación:

Pelar la fruta. Quitar las semillas. Luego cortar en rodajas y colocar en una pequeña olla con el agua o la leche (sea materna o fórmula). Tapar y dejar a fuego medio durante 10 minutos hasta que esté suave. Colocar todo en la juguera o licuadora y hacer un puré de frutas. Con una cuchara colocar en un bol y dejar enfriar. Se puede refrigerar hasta por 24 horas o congelar usando un molde de cubos de hielo. Una vez que se congela el puré de fruta, se saca del molde y se guardan los cubos en una bolsa plástica bien sellada. También se puede congelar el sobrante en envases plásticos con tapa. Es importante asegurarse de no usarlos después de dos meses. Y recuerda que la comida para bebés no necesita azúcar. La fruta es dulce de por sí.

Sugerencia: colocar una etiqueta autoadhesiva con la fecha y descripción en la bolsa para no olvidarse de lo que es.

Recetas para bebés: Puré de vegetales amarillos y anaranjados


Una vez que tu bebé ya empiece a probar diferentes frutas y vegetales, puedes empezar a mezclarlos. Aquí te traemos una receta de una papilla muy nutritiva para tu bebé hecha de zanahorias y calabaza. Los vegetales de este color suelen tener muchos nutrientes que reducen la degeneración de las células, el riesgo al cáncer de próstata, ayudan a reducir el colesterol y la presión sanguínea, promueven la formación del colágeno y articulaciones saludables y ayudan al magnesio y el calcio a formar huesos fuertes.

Ingredientes

  • 1 taza de calabaza amarilla pelada y cortada en pedazos

  • 1 taza de zanahorias sin piel y en pedazos grandes

  • 3 tazas de agua
Opcional:
  • 2 cucharadas de fórmula láctea o leche materna o el caldo donde hirvieron los vegetales
  • 1/4 cucharadita de mantequilla
  • Cereal de bebé

Preparación
En una olla mediana, pon a hervir el agua y agrega las zanahorias y calabaza. También, las puedes hacer al vapor y conservar más vitaminas de esa manera.

Cuando esté suave, usa una licuadora para triturar y hacer puré los vegetales agregando un poco del caldo de los vegetales, leche materna o formula para hacerlo menos espeso o cereal de bebé para darle  más consistencia. A la vez, añade la mantequilla, si deseas usarla.

¡Hacer la comida de tu bebé en la casa no sólo es fácil, sino saludable!

Recetas para bebés: Papilla de pollo con melocotón



Recomendada para: Bebés menores de 1 año


Ingredientes:

  • 3 tazas de pollo deshuesado, cocinado y picado
  • ¼ taza de arroz integral cocido 1 cucharada de leche materna o fórmula láctea
  • 1 melocotón (durazno) bien maduro, pelado y trozado


Preparación:

Mezcla en un bol el pollo con el arroz y el melocotón. Colocar todo en la juguera o licuadora y hacer un puré hasta obtener la contextura deseada. Agregar la leche o fórmula a la mezcla para hacerla más cremosa. Servir de inmediato o congelar hasta por 2 meses.

Sobreviviendo con pocas horas de sueño



Nace tu bebé y estás feliz de tenerlo en brazos, pero los rigores del parto y la falta de sueño te pueden provocar una gran sensación de cansancio. Aún cuando todo salga bien cuando des a luz, todavía seguirás recuperándote físicamente de los rigores del parto durante varios días y semanas. Además, tu recién nacido necesitará que lo alimentes cada dos a cuatro horas, que le cambies el pañal a menudo, le ayudes a eructar y calmarlo cuando llore.

¿El resultado? Un nivel de cansancio que puede ser abrumador para los nuevos padres. Y si hay más hijos que atender, se complica más la situación. Aunque los recién nacidos sí duermen las primeras semanas, no lo hacen de corrido. Quizás te sorprenda saber que tu bebé dormirá en promedio entre 16 a 20 horas cada día, pero en lapsos de una a cuatro horas, por lo que si no te organizas para descansar cuando descansa tu bebé, sentirás que no paras nunca.

Para sobrevivir este cansancio extremo, aprovecha de recostarte cuando tu bebé se duerma. No importa si es en la mitad de la mañana, aunque descanses media hora, tu cuerpo te lo agradecerá. Por otra parte, baja tus expectativas en cuanto a los quehaceres del hogar. No esperes continuar con la limpieza de la casa, cocinar, o enviar notas de agradecimiento por los regalitos que recibió tu bebé.

Acepta toda oferta de ayuda que recibas, ya sea un plato de comida caliente, que un familiar o una amiga saque a pasear a tu hijo mayor o que alguien cuide del bebé una hora mientras te recuestas un rato. Y recuerda: este ritmo de vida no durará para siempre.

Una pregunta que recibimos mucho es si acaso es buena opción recurrir al café para poder despertarse cuando se está tan cansada después del parto. Si estás dando la lactar, la cafeína se traspasa por la leche materna, así que no te recomendamos tomar mucho café. Y algo importante: las hormonas que se producen después de amamantar al bebé te darán más sueño aún. Es mejor aceptar que es parte del proceso de ajuste y buscar otros momentos para hacer lo que te hace falta.

Alrededor de las 6 semanas, tu bebé habrá desarrollado diferentes patrones de alimentación y de sueño y conocerá la diferencia entre la noche y el día, aunque probablemente continuará despertándose en las noches para que le des de comer. Si estás dando de lactar, puede que tu bebé necesite que lo alimentes más seguido pero el sacrificio vale la pena. Después de los 3 meses, la situación debería mejorar notablemente. Claro que si para los seis meses tu bebé aún no duerme toda la noche, revisa consejos para ayudarlo a dormir mejor.

Logra dulces sueños para ti y tu bebé



Todos los padres añoran poder dormir de corrido toda la noche, como lo hacían antes de la llegada de su pequeño angelito. Sin embargo, ese sueño se vuelve casi imposible los primeros meses. Lo importante es saber qué es normal y qué hacer cuándo la hora del sueño nocturno se vuelve una pesadilla.

A los 5 ó 6 meses, tu bebé debiera dormir toda la noche o despertarse de vez en cuando. Lo importante es que vuelva a quedarse dormido sin la ayuda de papá o mamá. Si pasan los días, las semanas, los meses y sigue despertándose y llorando, quizás es buena idea intentar el método Ferber, que muchos padres aseguran es muy efectivo.

Otros, los detractores, dicen que no aguantan dejar llorar a su bebé más de 5 minutos y que este método es traumatizante para padres e hijos. La decisión es tuya y de tu pareja... ¡Buena suerte!

El método Ferber
Según el doctor Ferber, existe un método progresivo para que los niños aprendan a quedarse dormidos sin la ayuda de un adulto. Cada vez que el bebé se despierta o llora, los padres deben esperar unos minutos más antes de entrar al dormitorio del infante para chequear que esté bien. Lo importante es que estén entre 2 a 3 minutos en la habitación, lo calmen, pero que eviten cargar al bebé, mecerlo o alimentarlo. El método también se puede aplicar a la hora de la siesta. Sin embargo, si el niño sigue despierto después de una hora, se debe desistir de tratar de hacerlo dormir siesta.

Aquí tienes una tabla con la cantidad de minutos que debes esperar antes de ir a ver a tu bebé:

El método Ferber
Día Minutos que debes dejar llorar al bebé,  Si sigue llorando, antes de ir una segunda vez, esperar, Si sigue llorando, antes de ir una tercera vez, esperar, Si sigue llorando, antes de ir más veces, esperar.

1 5 10 15 15
2 10 15 20 20
3 15 20 25 25
4 20 25 30 30
5 25 30 35 35
6 30 35 40 40
7 35 40 45 45

Adaptado del libro Solve Your Child’s Sleep Problems, de Ferber, R. New York: Simon & Schuster Inc., 1985, Figure 5, p.78

Cuando ir al médico
A veces hay niños que tienen problemas médicos que justifican sus problemas a la hora de conciliar el sueño. Por ejemplo, pueden tener irritaciones a la piel que les producen picazón. O los bebés con asma tienen dificultades para respirar. En estos casos, los padres deben consultar al pediatra, para asegurarse de que el niño está bien y averiguar cómo enfrentar los problemas que tiene para quedarse dormido. A veces cambiar algún medicamento es la solución. Otras veces, se trata de diagnosticar alguna alergia o enfermedad. Lo más importante es no perder la paciencia. Que tu bebé duerma toda la noche no sólo es un sueño, sino que puede ser una realidad. Cualquier pregunta, consulta al pediatra, ya que puede tener sugerencias muy útiles, dada la frecuencia de los trastornos del sueño en los bebés.

Rutina de sueño para que tu bebé duerma mejor



¿Quieres que tu bebé duerma mejor? Si eres como la mayoría de las madres, ¡seguro que sí! Por eso venimos a tu rescate con muchos consejitos para ayudarte. El primer paso es organizarte y establecer un patrón predecible.

¿Por qué? Está comprobado que los bebés que tienen una rutina al dormir tienden a resistir menos la hora de acostarse. Los niños pequeños sienten seguridad al poder predecir lo que van a hacer y esa sensación de bienestar los ayuda a dormir mejor, ya sea que estén en casa o fuera de ella.

Sea que tienes un bebé recién nacido o uno que ya casi va a cumplir los dos años, lee algunos consejos y ejemplos para que puedas crear esa rutina que ayudará a que tengas noches más tranquilas.

Rutina para el recién nacido
Un bebé de pocos días usualmente necesita despertarse cada 3 horas para alimentarse lo cual suele ser muy agotador y cambia nuestros horarios por completo. La buena noticia es que desde las primeras semanas ya se puede establecer un ritmo de actividades simple para antes de dormir. Por ejemplo:


  • Bañar al bebé a la hora que hayas decidido
  • Darle el pecho o biberón después del baño
  • Acostarlo boca arriba


Tu pequeñín al principio no sabrá diferenciar todavía el día de la noche, así que lo principal en las primeras semanas de vida es que vayas acostumbrándolo a que ciertos momentos serán para dormir y otros para jugar.  Para esto, antes de dormir, oscurece el dormitorio o la alcoba donde el bebé estará durante la noche. Y cuando el bebé despierte a comer durante la noche, trata de no conversarle mucho y mantén las luces muy bajas o no las prendas.

Cómo prevenir la muerte de cuna
No olvides que durante los primeros 12 meses de vida de tu bebé, es fundamental tomar medidas para prevenir la muerte súbita infantil o muerte de cuna.  Estas precauciones además te ayudarán a dormir más tranquila. A la hora de dormir a tu bebé:

  • No dejes almohadas, muñecos de peluche, ni cobijas o mantas sueltas en la cuna del bebé
  • Acuéstalo boca arriba
  • No abrigues mucho tu bebé al dormir y mantén el cuarto fresco con aire que circule
  • Asegúrate de que el colchón sea firme

Rutina para el bebé de 3 a 12 meses
Los expertos dicen que después de los 3 meses, es esperable que los bebés puedan dormir por lo menos 5 horas seguidas y después de los 6 meses, de 9 a 12 horas. Para ayudar a tu hijo a volver a quedarse dormido al despertar durante la noche, trata de acostarlo somnoliento pero despierto y haz que su rutina de antes de dormir no sea muy larga. Los expertos aconsejan que la rutina no dure más de media hora.

Si el pequeño se vuelve a despertar sabrá que estar en la cuna significa que es hora de dormir o si se le hace difícil por alguna razón quedarse dormido, tienes la opción de repetir su rutina y le será más sencillo conciliar el sueño. Por otro lado, si tu bebé acostumbra a tenerte a ti a su lado o a ser arrullado para quedarse dormido, entonces buscará lo mismo cada vez que se despierte.

Un ejemplo de una rutina para un bebé menor de un año:

  • Bañar a tu bebé a la misma hora todas las noches
  • Incorporar tus propias costumbres o lo que sepas que le gusta a tu bebé. Algunas ideas: Leer un libro hablando suavemente, cantar o escuchar juntos una canción de cuna o mecerse en una silla mecedora
  • Darle el pecho o biberón
  • Acostarlo
Rutina para el bebé de 12 a 24 meses
Un bebé más grande usualmente ya está acostumbrado a hacer lo mismo todas las noches. Esta también es la edad en que a veces resisten la hora de ir a dormir al empezar la rutina porque ya saben que dejarán de estar en medio de la acción de la casa. Pero no te preocupes, son sólo etapas que pasan.

La rutina en la etapa de los 12 a 24 meses puede requerir unos pequeños cambios. Por ejemplo, puede que el bebé necesite ahora un muñequito o una mantita para dormir o leer un libro contigo. Lo que importa es que recuerdes no alargar mucho el tiempo que toma acostarlo o la rutina se volverá contraproducente. Por ejemplo, si a tu bebé ahora le gusta jugar un poquito contigo antes de dormir, entonces acorta el tiempo que pasa jugando en la bañera.

También, debes acordarte de no dejar peluches o almohadas grandes que le puedan servir como escalón y hacer que se caiga de la cuna.

La rutina perfecta
Cada niño y cada familia son diferentes, así que la rutina que ustedes puedan crear será la rutina perfecta. Lo importante es que sea algo que relaje a tu bebé y que pueda ser repetido casi todas las noches.  Aunque es mejor empezar desde pequeños e irla cambiando gradualmente de acuerdo a los gustos y la edad de tu bebé, nunca es tarde para que empiecen a tener una linda rutina por muy corta o simple que sea. Lo importante es ser consistentes… Si no, ¡no sería una rutina!



Los 3 pasos para introducir alimentos sólidos a la dieta del bebé



Es muy emocionante ver cómo nuestros pequeños crecen y alcanzan nuevas etapas en su desarrollo. Uno de los momentos más especiales es cuando ya empiezan a comer sus primeras papillas y no cabe duda que a veces nos dan muchas ganas de que ya llegue ese día. 


Sin embargo, no debemos apurarnos ya que la Academia Americana de Pediatría recomienda que el bebé tenga entre 4 y 6 meses para poder darle alimentos sólidos.

Al parecer muchas mamás ya siguen este consejo. El 43% de las mamás que respondieron a una encuesta de Todobebé dice haber empezado a darle alimentos sólidos a sus bebés entre los 4 y los 6 meses de edad, mientras que el 32% empezó a los 6 meses.

Si tu bebé ya está listo, aquí tenemos los 3 pasos a seguir para que tengas una buena experiencia al comenzar esta bella etapa.


Empieza con alimentos simples
Prepara un poco de cereal de bebé (preferiblemente de arroz integral o avena si tu hijo se estriñe mucho) con leche materna o fórmula infantil, siguiendo las instrucciones en la caja. Asegúrate de que la mezcla quede aguada porque los bebés pequeños todavía están acostumbrados a sólo alimentarse de líquidos.

También puedes empezar con plátano (banano) o aguacate por su alto contenido de calorías y vitaminas. Sólo bátelos en la licuadora con un poquito de leche de pecho o fórmula y pásalos por un colador por si hay alguna hilacha o pedacito sin licuar.


Pon atención a los signos de alergia de los bebés

Siempre espera 3 ó 4 días después de haber presentado un tipo de alimento al bebé para darle otro. Esto es para asegurarte de que el estómago de tu bebé lo esté aceptando y que tu chiquito no muestre signos alergias. 

Síntomas de alergia incluyen:

  • Diarrea
  • Ronchas o sarpullido
  • Vómito
  • Mucosidad en el pañal
  • En las primeras semanas sólo podrás darle compotas de un solo ingrediente hasta que hayas comprobado que no hay ningún problema.  Cuando ya hayas introducido varios tipos diferentes de frutas y vegetales, podrás empezar a prepararle a tu bebé purés mixtos.
No te des por vencida si el bebé rechaza la comida
Muchos bebés hacen caras de asco o sorpresa al probar algo nuevo.  Es muy chistoso y preocupante a la vez, porque podría parecer que no les va a gustar comer ese vegetal o fruta.  Pero no te desanimes, porque puede tomar mucho tiempo hasta que un niño se acostumbre. Ofrécele a tu bebé ese alimento varias veces cada 3 ó 4 días, para que lo conozca y lo acepte.

Recuerda que este es un momento de alegría y no te sientas frustada si la mayor parte del puré termina en el babero. Es normal al principio y poco a poco irán aprendiendo juntos. Además, durante el primer año de vida, el principal alimento de tu bebé no son las papillas ni compotas, sino la leche materna o la leche de fórmula.




Cinco hábitos para combatir la obesidad infantil



La obesidad infantil representa uno de los problemas de salud más grandes del país particularmente para los hispanos.

Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, el 20 por ciento de niños hispanos entre los 12 y 19 años padece de obesidad. En contraste el 18 por ciento de todos los niños entre los 12 y 19 años padece de obesidad.

"Podríamos decir que es el principal problema de nuestra comunidad", dijo El Dr. Felipe Lobelo, un especialista en nutrición de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, una agencia del Gobierno federal que promueve la buena salud.

"Somos lamentablemente el grupo en Estados Unidos con las tasas más altas de obesidad en adultos y niños y tenemos que hacer algo respecto", dijo.


5 hábitos para combatir la obesidad en casa
Ese algo podría resumirse en los siguientes cinco hábitos que el Dr. Lobelo recomienda a padres de familia o tutores que buscan combatir la obesidad infantil en casa:

1) Introducir más frutas y verduras
El Dr. Lobelo dice que el consumo de frutas y verduras es fundamental para combatir la obesidad infantil. Señala que los padres pueden incorporar frutas a la dieta de los niños reemplazando los dulces y las grasas a la hora de comer un bocadillo. Para aumentar el consumo de verduras sugiere que los padres preparen y condimenten las verduras que más les gustan a sus niños y que los ayuden a reducir el consumo de grasas y comidas altas en calorías. "Lo importante es aumentar las probabilidades de que los niños consuman frutas y verduras y bocadillos saludables, porque sabemos que no tienen muchas oportunidades de hacerlo durante el día."

2) Pasar menos tiempo enfrente de una pantalla
La obesidad difícilmente se combate con éxito sin cambiar hábitos sedentarios como ver demasiada televisión, jugar videojuegos o pasar horas frente a la computadora. "Todos esos son momentos sedentarios que contribuyen al desarrollo de la obesidad", dijo el Dr. Lobelo. Lo ideal, dice, es limitar a dos horas al día el tiempo que los niños pasan frente a una pantalla. De esa forma los niños tendrán más tiempo disponible para seguir el próximo consejo: poner sus cuerpos en movimiento.

3) Aumentar la actividad física
El Dr. Lobelo dice que si el ejercicio pudiera comprimirse en una pastilla sería una droga milagrosa que reduciría el riesgo de diabetes, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer. Por lo tanto, recomienda que los niños hagan por lo menos una hora diaria de actividad física. "No se trata de que se entrenen para un deporte en específico o que el ejercicio sea riguroso todos los días. Se trata de que los niños jueguen en los espacios abiertos, que pasen menos tiempo encerrados en casa, que salgan a caminar y que tengan un estilo de vida que no sea sedentario", señaló.

4) Eliminar el consumo de bebidas azucaradas
En los últimos años se ha dado una explosión en el consumo de bebidas azucaradas como sodas, jugos y bebidas energéticas e incluso muchas veces las familias desconocen cuánta azúcar contienen estas bebidas. "Las sodas tienen muchas calorías que no tienen ningún componente nutricional y que no contribuyen a una dieta saludable", dijo el Dr. Lobelo. "Por eso la recomendación es que se eviten al máximo", señaló. Lo ideal es que los padres fomenten el consumo de agua en el hogar para así inculcar a los niños hábitos saludables.

5) Dar el ejemplo a los hijos
Los buenos hábitos de salud son posibles si los padres les dan suficiente importancia en el hogar, dijo el Dr. Lobelo. "No se trata de que el padre le diga al hijo que tenga hábitos saludables pero él mismo no los tiene", dijo. Los CDC ofrecen consejos a padres de familia para equilibrar el ejercicio con la buena alimentación. "Toda la familia tiene que tener hábitos saludables, salir a caminar juntos, tratar de reducir el número de horas de televisión y tratar de evitar el consumo de bebidas azucaradas", señaló.

Para aprender más sobre temas relacionados a la nutrición visita GobiernoUSA.gov, el portal oficial del Gobierno de los Estados Unidos en español y parte de la Administración de Servicios Generales (GSA) de EE. UU. Este artículo es una colaboración de GobiernoUSA.gov y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.


3 bocadillos rápidos y saludables para niños


Cuando el hambre se manifiesta en las barriguitas pequeñas, más vale que tengamos algo a la mano porque si no puede armarse una locura entre los niños hambrientos.  Pero ¿qué pasa cuando todo lo que hay a nuestro alrededor es grasoso, lleno de azúcar o sin nutrientes? Hay que buscar bocados que sean saludables pero apetitosos a la vez.


Para que no lo pienses más, aquí tenemos 3 ideas de aperitivos, meriendas o refrigerios que puedes preparar en menos de 5 minutos. Todas las recetas son nutritivas y les gustarán desde al niño más grande hasta el más chiquito de la casa. Además incluimos algunos truquitos que puedes usar para que tus hijos estén dispuestos a probar diferentes tipos de alimentos.

Tostadas al estilo italiano (para 4 personas)

Esta deliciosa receta contiene granos enteros, calcio, grasas saludables y vitamina C. 

Ingredientes: 

  • 4 rodajas de pan integral
  • 4 oz. de queso mozzarella
  • 2 tomates  (jitomates)
  • Aceite de oliva a gusto
  • Orégano o albahaca (opcional)

Pon a tostar las 4 tajadas de pan integral. Mientras se tuesta el pan, corta el queso mozzarella y el tomate en rebanadas. Saca el pan de la tostadora y arréglalo de una manera atractiva en un plato. Añade el queso y el tomate al pan y un chorrito de aceite de oliva.
Si gustas puedes también agregar un poco de orégano o albahaca para realzar el sabor.

¿Puedo congelar la comida de mi bebé de una manera segura?

Muchas congelamos la carne, algunos vegetales y hasta frutas pero al pensar en guardar la comida de nuestros bebés de esta manera, nos sentimos inseguras.

Pero, ¿sabías que una de las mejores maneras de hacer que los alimentos conserven las vitaminas y nutrientes intactos por mucho tiempo es congelándolos? Sin mencionar lo mucho que puedes ahorrar por porción al hacerlo.

Consejos para congelar comida para bebés
 Para congelar la comida de tu bebé de la forma más segura sigue estos consejos: 
  • Para evitar el crecimiento de bacterias, no vuelvas a congelar algo que ya hayas descongelado y trata de usar recipientes esterilizados.
  • Si vas a congelar alimentos en una bolsa de plástico, usa las que están diseñadas específicamente para usar en el congelador. Además, escribe en cada una el nombre de los contenidos y la fecha en que fueron almacenados.
  • A veces se forman unos cristales de hielo encima del puré congelado pero no te preocupes, no son dañinos, es sólo el exceso de líquidos que sube a la superficie mientras se congela el puré. Para prevenir esto, trata de sacar la mayor cantidad de aire que puedas si estás congelando la comida en bolsas de plástico.
  • Las papillas congeladas pueden guardarse de 3 a 6 meses, aunque es más recomendado usarlas en el primer mes para asegurarse de su frescura.
Ahorra tiempo y dinero con al congelar los alimentos del bebé
Cocinar y congelar los alimentos de tu bebé puede resultar mucho más económico que comprar las papillas y compotas en el supermercado. Por el mismo precio de un par de frascos de papillas, puedes comprar una libra (medio kilo) de alguna fruta o vegetal y hacer entre 6 a 10 porciones.

Para sacarle el mayor provecho a este método de guardar comida, puedes cocinar varias porciones de papilla de una sola fruta o vegetal y ponerlas en cubetas de hielo. Al congelarse, se convertirán en cubitos y luego los puedes tranferir a una bolsa plástica y usarlos poco a poco, sacando uno o dos cubitos a la vez. De este modo no hay desperdicio y puedes darle a tu bebé comida hecha en casa en cualquier momento, sin tener que cocinar cada vez que quieras hacerlo.

Puedes estar más tranquila al saber que tu bebé va a comer comida hecha por ti. Aunque tengas que trabajar o estudiar, si usas esta manera de cocinar sus papillas siempre sabrás exactamente qué ingredientes contienen y que fueron hechas por mamá con mucho amor.


¿Cómo preparar la comida de bebé en casa?


En busca de darles lo más natural a nuestros bebés, nos esmeramos en que la mayoría de lo que ellos coman sea hecho con nuestras propias manos. Y no estamos solas, porque más del 43% de las mamás encuestadas dicen preparar la comida de sus bebés en casa.


Entonces, aquí te traemos la información que necesitas saber para hacerlo de la manera más fácil y segura.

Lo que necesitas:
  • Olla
  • Colador
  • Licuadora, procesador de comidas o tenedor


Recomendaciones:

Cocina las frutas o vegetales al vapor o al horno.  Si las cocinas al vapor o las horneas van a retener más nutrientes, y si las hierves usa el líquido que quedó para hacer la papilla.
Si el puré está muy espeso lo puedes diluir con leche materna, fórmula infantil, agua o jugo de manzana o uva blanca. Si está muy aguado, usa cereal de bebé para espesarlo.
Nunca agregues sal o azúcar a las papillas aunque te parezca que no tienen mucho sabor. 

Papillas de frutas y vegetales

  • Preparar compotas y papillas de frutas y verduras es muy sencillo. Verifica antes con el pediatra si tiene una preferencia sobre el orden en el que le debes de dar la comida al bebé. Algunos recomiendan empezar por los vegetales, otros por las frutas. Aquí tienes unos consejos para hacer las papillas en casa:
  • Usa frutas como manzanas, peras y duraznos (melocotones) o vegetales como camote (papa dulce o batata), guisantes y calabaza.
  • También puedes usar brócoli pero ten cuidado de no usar los tallos porque a veces causan gases a los bebés.    
  • Puedes darle a tu bebé banano (o plátano) y aguacate sin cocinar, pero primero usa el tenedor o procesador de alimentos para suavizarlos. Cualquier otra fruta o vegetal es mejor que la cocines y la licúes para evitar asfixias.

Las papillas que se aconseja comprar listas

Las zanahorias, espinacas y remolachas (betabel) tienen naturalmente un alto contenido de nitritos. Por eso los pediatras recomiendan que no los cocines en casa para bebés menores de 8 meses, sino que compres los que vienen en frasco, ya que las compañías de alimentos de bebés usualmente los revisan para asegurarse de que no tengan niveles dañinos de nitritos.

Esperamos que estos consejos te sean muy útiles para que tu experiencia al cocinar la comida para tu bebé sea más placentera.  Porque como muchos dicen, ¡la comida hecha con amor por mamá siempre sabe mejor!

¿Cómo bañar a un bebé?


Bañar a un bebé recién nacido no es una tarea fácil, especialmente para padres primerizos. Sin embargo, aquí tienes consejos para que hasta disfrutes ese momento.

Si bañas a un recién nacido, debes cuidar de no mojar la zona del ombligo hasta que no se caiga su cordón umbilical. Por eso es mejor lavar al bebé con una esponja con agua tibia (no caliente). Puedes usar un jabón neutro o champú para bebés pero no es obligatorio. 

Una vez que se cae el cordón umbilical, puedes mojar a tu bebé. Báñalo con agua tibia y siempre verifica que la temperatura no esté muy caliente metiendo el codo en la tina o recipiente que usarás para limpiar a tu bebé. Puedes comenzar lavándole la cabeza con champú para bebés y luego seguir con el resto de su cuerpo, dejando la zona de los genitales para el final.

Es conveniente tener aparte un recipiente con agua limpia y usarlo para enjuagar al bebé para que así no le entre agua con jabón en los ojos y asegurarte que has enjuagado a tu hijo con agua limpia.

En todo caso, sea un bebé chiquito o grande, jamás puedes dejarlo desatendido. Ni por un segundo. Los accidentes ocurren en cosa de segundos y ese teléfono que suena tan insistentemente puede esperar. Los bebés se pueden ahogar en muy poco agua así que no arriesgues su vida.

¿Qué son los cólicos y cómo calmar a tu bebé?


Tu bebé está inquieto, comienza a llorar, sucede casi todos los días a la misma hora…y todo se alborota. La colombiana Uchi Botero lo sabe bien. "Desde que era bebé, cuando cumplió 3 meses lloraba todos los días, de noche a 11 de la noche sin parar. Era la primera bebé y tenía mucho miedo", cuenta. 

La causa exacta es desconocida y se calcula que hasta un 20 por ciento de los recién nacidos sufre de esta molestia que provoca llantos constantes, pero no necesariamente por gases como se tiende a creer. Se desarrollan entre el primer y tercer mes de vida. 

El doctor José Rosa-Olivares, pediatra del Miami Children’s Hospital, explica que el simple llanto del bebé no define que el niño esté sufriendo de cólicos. "Lo que diferencia a los cólicos de otros problemas donde los bebitos están irritados, es que por lo general los cólicos ocurren en unas horas que son por lo general cuando van pasando los días, durante la misma hora todos los días". 

Si definitivamente es el caso de tu bebé, hay ciertas cosas que lo pueden calmar. El doctor Rosas señala que hay "sonidos que son constantes como sonidos eléctricos, el sonido de la secadora de pelo, la lavadora de plato o la lavadora que están cerca del niño, hacen que muchas veces el niño se tranquilice cuando está en ese momento más irritado". 

A Uchi Botero le dieron ese consejo, pero no funcionó tan bien como esperaba. "La cargaba, la ponía con la vibración, prendía la ducha porque por distracción, no es que se calmen, es que como se distraen se les olvida el dolor", recuerda. "Entonces "prrrrrrr" la aspiradora, hacia de todo, le daba vueltas en el carro, pero lloraba inconsolablemente por horas, yo me estaba volviendo loca con eso, fue horrible….¡¡¡Horrible!!!". 

Los médicos saben que el llanto constante del bebé puede desesperar a los padres y dicen que no hay que esperar a que uno esté sintiendo que va a enloquecer. "Es el momento no necesariamente de llamar al medico, pero a lo mejor llamar a un familiar, tomarse un poco de tiempo, dejar que otra persona cuide al niño y así evitar pues las preocupaciones que se están teniendo en ese momento", aconseja el doctor Rosa-Olivares. 

Un consejo importante, porque el bebé se calma más fácil cuando no percibe ansiedad en quienes lo rodean.

¿Qué es la pañalitis o irritación en la zona del pañal ?


La irritación en la zona del pañal puede afectar a todos los niños, pero eso no implica que uno píense que le sucederá a su hijo.

"La verdad es que me sentí súper mal porque pensé que no era una buena madre o algo así pero después me enteré que era súper común", corroboró Karina Batievsky, una mamá de 2 niños.

Las causas pueden ser muchas pero como explica la doctora Ana Duarte, directora de Dermatología del Children’s Skin Center en Miami, Florida, EE.UU., el pañal mismo tiene la culpa. "Porque cuando el niño orina, se hace heces en el pañal, se irrita la piel, por el contacto de esas materias con la piel", señaló.

Como no es una opción dejar a tu hijo todo el día sin pañales, ¿qué se puede hacer para evitar las molestias en esa zona tan delicada? "La manera de evitar la dermatitis del panal, la rozadura del pañal , es cambiando el pañal frecuentemente, cada vez que el niño se orina, se hace caca, hay que cambiar el niño inmediatamente, enjuagarlo con agua, ponerle un pañal fresco y casi siempre yo les recomiendo ponerle un humectante que sea bien espeso para proteger la piel", explicó la doctora Duarte.

Si el niño no mejora rápido, se necesitan otros cuidados."A las 24 horas todas las dermatitis del pañal tienen hongos, así que siempre se incorpora en el tratamiento algo contra el hongo" advirtió. Y no confíes en los remedios caseros, porque en vez de ayudar, pueden agravar la situación. Según cuenta la doctora Duarte, "entre los remedios caseros hacer una mezcla de agua con maicena en realidad puede empeorar porque la maicena puede ayudar que el hongo coja mas fuerza".

Consejos para evitar la dermatitis o irritación del pañal:


  • Cambia el pañal frecuentemente.
  • No dejes que el niño esté con un pañal con heces o diarrea.
  • Lava la zona irritada con agua y sécala con golpecitos suaves, sin refriegar.
  • Usa una crema espesa tipo barrera para mantener humectada la zona (las mejores contienen óxido de zinc).
  • Deja al bebé un rato sin pañal para que se airee la zona.
  • Evita los calzones de goma, ya que no permiten la circulación de aire.
  • No uses maicena ya que si hay hongos, crecerán con más fuerza.
  • Recuerda siempre consultar al pediatra si tienes dudas o pasan varios días sin que notes mejoría en la zona del pañal. Como mencionó la Dra. Duarte, pueden aparecer hongos y si es el caso, necesitas tratar la zona con medicamentos especiales que sólo puede recetar un médico.


Cuidado del ombliguito del recién nacido


El ombliguito del recién nacido necesita de algunos cuidados sencillos. Aprende qué debes saber para cuidar el ombligo de tu bebé.

Algo que preocupa a los padres primerizos es el cuidado del cordón umbilical del recién nacido para que se forme bien su ombligo. Sin embargo, no es algo complicado. Lo importante es limpiarlo con un algodón o pañito con alcohol cuando le cambies el pañal al bebé, hasta que se le caiga y quede formado el ombliguito. Algunos médicos dicen que esta práctica no es necesaria, pero la mayoría coincide en que no hace daño. “Así por lo menos sabes que la zona está limpia”, dice el doctor Marcos Akerman, pediatra del Joe Di Maggio Children’s Hospital en Florida. Si ves que la zona del ombligo está excesivamente irritada, caliente o enrojecida, puede indicar que se ha infectado y en ese caso debes comunicárselo inmediatamente al pediatra.

Además, te recomendamos doblar hacia abajo la parte de la cintura del pañal para evitar el roce entre el cordón umbilical y el pañal. Esta precaución también evita que la orina moje la zona del ombligo. Algunas marcas de pañales para recién nacidos incluso cuidan esa zona dejándola al descubierto con un modelo especial de pañal.

Otro consejo muy importante: no sumerjas en agua al bebé hasta que se le caiga el cordón umbilical, lo que suele suceder entre 8 a 21 días después de haber nacido, para evitar infecciones y ayudar a que sane más rápido el área del ombligo. Mientras tanto, baña a tu bebé usando una esponja húmeda o una toalla suave.

Si pasa un mes y no se ha desprendido el cordón, probablemente necesitarás que el pediatra lo quite. En ese caso, por favor consulta con el médico.

¿Cuándo ponerle aretes a tu bebita?


En nuestra cultura latina, apenas nace una niña, estamos acostumbrados a verla estrenando sus aretes o zarcillos. Perforarle los lóbulos de sus orejas en el hospital es algo hasta habitual en la mayoría de los países de América del Sur. Pero en Estados Unidos, es diferente.

Primero las vacunas

Si te preguntas cuándo puedes colocarle aretes a tu bebita en este país, para muchos pediatras la respuesta es bastante sencilla: apenas tenga sus primeras vacunas. Según explica el doctor Akerman, de esa manera se disminuye el riesgo de una fiebre a causa de una infección. Por lo tanto, ¡paciencia! Antes de que te des cuenta, tu bebita ya tendrá sus vacunas al día, estará más grande y podrás embellecer sus orejitas con mayor tranquilidad.

¿Dónde realizar el procedimiento?

Aunque no es necesario que un médico lo haga, sí es recomendable solicitarle al pediatra de tu bebé que la perforación se realice en su propio consultorio. Así puedes evitar aún más el riesgo de infección al colocarle los aretes a tu hija. También puedes solicitarle que le aplique una crema anestésica minutos antes del procedimiento, para que no le duela tanto.

Si no le colocas los zarcillos en la consulta del pediatra, busca un lugar confiable que sea muy limpio. Los aretes a colocar preferiblemente deben ser de oro de 18 kilates o de un material hipoalergénico, es deir, que no produzca alergias. El metal de los aretes no debe contener níquel, ya que tiende a producir irritaciones.

Una vez que tu bebé tenga sus aretes, debes limpiarle la zona con alcohol todos los días para que no se le infecte el lóbulo de la oreja. Además, algunos médicos aconsejan girar el arete para que no se pegue la piel al arete. Llama al pediatra de inmediato si notas que la zona está muy inflamada, roja, caliente o con pus (líquido amarillento).

¿Debes despertar a un bebé cuando duerme muchas horas?


Una duda muy común cuando tienes un bebé recién nacido es si acaso debes despertarlo para alimentarlo o no. La diversidad de opiniones puede ser abrumadora, especialmente si eres mamá primeriza. Aquí te damos algunas pautas.

Hay bebés que pueden pasar horas durmiendo y que no se despiertan para tomar su leche (¡son pocos, pero los hay!). Si tu hijo es un recién nacido, pasan 4 horas y no le has dado de lactar o su biberón, es recomendable despertarlo para alimentarlo. Según los expertos, de esa manera estarás segura que tu bebé está recibiendo la nutrición que necesita. Especialmente los primeros días después del parto, donde es normal que un bebé baje de peso y luego se recupere para crecer. Por eso es considerado completamente normal que un bebé coma cada 2 horas esas primeras semanas.

Eso sí, si tu bebé es dormilón y necesitas alimentarlo, recuerda despertarlo suavemente para que no llore. Por ejemplo, puedes acariciarle los pies, aumentar la luz del cuarto o frotarle la barbilla. Luego intenta darle la mamadera o mamila o acercarlo al pecho para que tome su leche. Hay bebitos muy dormilones que ni así se despiertan. En ese caso, puedes usar un pañito húmedo para acariciarle la frente o el cuello con suavidad para no asustarlo.

Cuando ya esté más grande, por ejemplo después de 6 semanas, lo puedes dejar dormir un poco más, pero siempre consulta con el pediatra para ver si tu bebé está bien alimentado y asegurarte que tiene un peso normal. Si tu bebé no ha aumentado de peso de acuerdo a lo esperado o tiene reflujo y necesita tomar menos leche pero más frecuentemente, lo más probable es que el médico siga aconsejando despertar a tu bebito para darle de comer.

Si después de seis semanas tienes la suerte de que tu bebé duerme más de 5 horas, está aumentando de peso según los límites esperados y no tiene una condición médica que requiera alimentarlo seguido, ni se te ocurra despertarlo... ¡y prepárate para sentir la envidia de los padres que no tienen tu misma suerte!

El reflujo


Si tu bebé regurgita mucha leche, se arquea al comer, tiene mucho hipo y llora inconsolablemente, puede ser que sufra de reflujo. La buena noticia es que suele quitarse solo alrededor de los siete meses.

Otras veces el problema es que el bebé, especialmente si nació prematuramente, regurgita mucha leche. La pediatra Maura Cintas dice que son muchos los casos. "Es una situación común en los bebés", cuenta. "Lo que implica es que regresa el contenido alimenticio, la lechita que el bebé tomó". Si el bebé no está molesto, no es para preocuparse y suele ser sólo un problema menor, donde hay que estar dispuesto a lavar más ropa más seguido.

Esto es totalmente normal... salvo que la cantidad sea excesiva (más que una cucharada), el infante esté molesto, esté afectando su respiración o realmente se trate de un vómito tipo proyectil. En ese caso, puede tratarse de reflujo gastroesofágico, un mal que afecta hasta a un 40% de los bebés según el doctor Marcos Akerman, pediatra del Joe Di Maggio Children’s Hospital en Hollywood, Florida.

Lisvette Ortueta conoce de cerca el problema. A su primera hija, Zoe, se le diagnosticó reflujo. "A ella le dan muchos gases, me tira muchos buches y también como que le afecta un poquito su barriguita", contó. Además su bebita, al igual que miles de bebés con este problema, lloraba mucho y arqueaba la espalda al comer. " A veces es un poquito frustrante porque uno no sabe como aliviarlos y cómo hacer para que ellos se alimenten", expresa Lisvette.

En mi experiencia, el reflujo puede ser una verdadera tortura para el bebé y sus padres. Tu hijo puede rehusar comer ya que aprende a asociar la alimentación con dolor o al contrario, querer comer constantemente porque se siente aliviado mientras succiona (lo que es especialmente cierto en niños que son amamantados). En el caso de mi bebita, el llanto después de comer era desgarrador y la leche se le salía hasta por la nariz. Obviamente ni ella ni yo podíamos dormir y el agotamiento nos irritaba a ambas. La única posición que la aliviaba era estar sobre mi pecho mientras yo estaba en una posición reclinada hacia atrás. Varias noches logramos conciliar un par de horas de sueño en esa posición.

Los médicos concuerdan en que hay ciertas medidas sencillas que dan buenos resultados. "Son lógicas; se trata de no establecer presión en la barriguita del bebé", dice la pediatra Maura Cintas .Se trata de sacarle bien los gases al bebé haciéndolo eructar después que come "y mantenerlo en una posición semi sentadito, más bien hacia lo paradito, de manera que se evite que la leche se regrese".

La experta en nutrición Andrea Torres además sugiere:

· Registrar la ingesta de leche. La sobrealimentación es causa de reflujo.

· Revisar cómo se alimenta al bebé. Hay que ubicar al bebé con su cabeza más arriba que el resto de su cuerpo y evitar que trague mucho aire.

· Fomentar la posición recta después de las comidas. Se sugiere la posición con cabeza elevada, ojalá en más de 30 grados.

· Alimentar al bebé con menos leche en cada toma pero de manera más seguida. También conviene elevar la cabecera de la cuna, ya sea con la ayuda de cojines especiales o bloques de madera.

Asimismo, el doctor Akerman aconseja dejar el pañal del bebé un poco flojo, para que no le coloque presión sobre el estómago. Otros médicos recomiendan que el bebé use el chupete (chupo, chupón, pepe) entre las comidas, para aliviarle la acidez.

Pero hay veces que estos cambios no solucionan el problema y el bebé está extremadamente molesto e incluso puede dejar de aumentar de peso. Esos casos ameritan un tratamiento más agresivo. En esas situaciones también es recomendable consultar a un experto en gastroenterología pediátrica para evaluar si corresponde realizar exámenes invasivos a tu bebé. Averigua bien sobre los efectos secundarios de las medicinas que se le pueden recetar a tu bebé.

La tendencia actual es recetar medicamentos que disminuyen o eliminan la producción de ácido en el estómago del bebé. Hay veces que se requiere de otro remedio más que estimule el vaciamiento del estómago, pero solamente el doctor puede determinar si ello beneficiaría a tu hijo. " Existen medicinas como el Zantac (antiácido) o el Reglan (que fomenta el vaciamiento gástrico) pero implican que el pediatra se involucra más con los padres", agrega la doctora Cintas.

Y si pensabas que puedes solucionar el reflujo de tu bebé dándole cereal de arroz en su biberón o como papilla, la nutricionista advierte que puede tener el efecto contrario. "Si el régimen de alimentación es muy espeso, hace muy lento el vaciamiento gástrico y tiende a producir retención de leche que favorecerá el reflujo", advierte Andrea Torres. En el caso de mi hija, los cambios de posición, mantenerla sentada después de comer y un medicamento que inhibe la producción de ácido lograron calmarla y permitirle alimentarse mejor.  La buena noticia es que rara vez se requiere de una cirugía para corregir este mal. "El reflujo generalmente se resuelve solo, casi siempre para la edad de los 7 meses", dice la doctora Cintas. Mientras tanto, ármate de paciencia.